lunes, 17 de agosto de 2009

No pido que todos los días sean de sol.
No pido que todos los viernes sean de fiesta.
Tampoco te pido que vuelvas rogando perdón, si lloras con los ojos secos y hablando de ella .

Mejor te guardas todo eso, a otro perro con ese hueso y nos decimos adiós.

No puedo pedir que el invierno perdone a un rosal
No puedo pedir a los olmos que entreguen peras
No puedo pedirle lo eterno a un simple mortal
Y andar arrojando a los cerdos miles de perlas .

Todo lo que he hecho por ti, fue una tortura perderte. Me duele tanto que sea asi, sigue llorando perdón, yo no voy a llorar por ti.

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